Leyendo la epístola

Leyendo la epístola

domingo, 13 de marzo de 2016

las lagrimas de Jesús






Impresionante el pasaje de la resurrección de Lázaro.Creo recordar tres veces en las que narra el Evangelio, que Jesús llorara, siempre es impresionante ver llorar a un hombre pero cuando es Dios el que llora....nos han enseñado que los hombres no lloran  por ello debemos pensar en el misterio que se encuentra tras las lágrimas de Jesús,el texto es muy interesante nos deja ver la grandeza de corazón no ya como Dios sino como hombre, como amigo.  Solemos creer que llorar es un signo de  debilidad pero pienso que las lágrimas son un signo de la grandeza de corazón de quien las derrama, en este caso de Jesús conmovido por la muerte de su amigo Lázaro derramando lágrimas  al ver la pena de las dos hermanas, las lágrimas cuando son sinceras son un signo de grandeza de quien las derrama y no de debilidad. Recuerdo una anécdota que me contó una señora amiga mía y que me impresionó muchísimo se refería aun sacerdote    dice que siempre estaba ayudando a los necesitados era una persona sumamente   bondadosa un hombre de Dios que cuando escuchaba los problemas tan grandes de la gente lloraba con ellos, pues así es el corazón de nuestro Jesús pero infinita mente mas bondadoso y humano.¡Mirad como le quería ! decían los judíos impresionados al ver lloras al Maestro, no se avergüenza por ello  se solidariza con la pena de las amigas del alma y con la muerte de su hermano.Jesús se hizo uno de nosotros quiso morir en una cruz por amor a los hombres como hombre que era, podía haberse librado de aquel suplicio espantoso  y quiso morir como tal . Nadie tiene un amor mas grande que el que da la vida por los amigos.Nos encaminamos hacia la semana santa , allí vemos en estos días con memorativos de la Pasión del Señor, como dio la vida por los hombres,¡ojalá que estos días   vivamos con todo el fervor de nuestros corazones todo el amor a Jesús de que seamos capaces, no nos quedemos en un sentimiento vacío demosle  nuestro amor en las cosas de cada día que Dios no nos pide grandes cosas ¡Obras son amores!

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