Leyendo la epístola

Leyendo la epístola

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Paseo a la Fabrica del Campo

               

                                     Añoranzas

   Alta está la tarde en el camino
cuando el sol besa y dora la espiga.
En la revuelta
donde la luz espera,


La ermita de la fabrica se duerme,
callada escondida, sin campana,
sin nada que decir a quienes pasan,
cansada de decir a quienes miran


Un tren pasa veloz sin darse cuenta
que el puente colgante se columpia
y hace piruetas sobre el agua.
Jugando a se un paso hacia la gloria
o un simple mirador en la otra orilla
los chopos hacen guardia
y se ponen en fila
como soldados que en paz pasan la tarde 
 disfrutando y orando en la capilla.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Cristo Rey del Universo




                       Reflexión para el día de Cristo Rey
Las lecturas de hoy, nos hablan del Cristo Crucificado  y Señor del mundo. En cambio, en el  Evangelio vemos al Jesús de la tierra a nuestro Jesús el Jesús de Nazaret que andaba predicando  por Galilea, y comparece ante Pilatos poco antes de ser condenado a la Cruz. Aparece el Cristo hombre en toda su majestad y grandeza. "Tu lo dices responde a Pilatos al ser preguntado si era el Rey de los Judios, "yo para eso nací, pero mi reino no es de este mundo. Cristo no es un Rey cualquiera,su reino no es un reino de honores, riqueza y poder, como se entienden los reinos de la tierra, es un reinado de celestial, de paz justicia y amor , un reino por encima de  las ambiciones humanas. Un reino para los pobres, los perseguidos, los que sufren, los misericordiosos. Un Reino en el que tendremos cabida todos, pero que ya se ha iniciado desde ahora Jesús será Rey, pero un rey completamente distinto al que  soñaban los judíos para librarles de los romanos y sus discípulos los hermanos Cebedeo, cuando le reclamaban un puesto para ellos, seguramente de ministros, o algo así: Mi reino no es de este mundo, le dice a Pilatos, y el le dice a su vez. "¿Entonces Tú eres Rey?",  "si soy Rey" se burlaban de El. Herodes un reyezuelo miserable corrupto, acaba echando sobre El una capa brillante y vieja para reír de El como si estuviera loco y decían¿ este es el rey de los judíos? pues vamos a coronare , y ponen una corona de espinas sobre su cabeza, Pilatos lo muestra  la gente ¡Mirad a vuestro rey!..... y en la cabecera de la cruz hace poner un letrero, la causa de su muerte: " Jesús Nazareno Rey de los judíos. "Jesús levanta los ojos al Cielo y en lugar de arrasar contra aquellos salvajes exclama¡ padre perdónales pues no saben lo que hacen! El ladrón crucificado a su lado, le confiesa " verdaderamente Tú eres el hijo de Dios, y seguidamente dijo, "acuérdate de mí cuando estés en Tu Reino", Jesús le promete con gozo inmenso "Hoy estarás conmigo en el Paraíso". El Reino de Dios es un reino de perdón y amor el Reino que dará a los suyos. 
Venid benditos de mi padre , venid al Reino que os tenía preparado, antes de la creación del mundo.

jueves, 22 de noviembre de 2018

El padre bueno

Parábola del Hijo pródigo


Navidad



Ahora que estamos cerca de la Navidad voy a compartir con todos vosotros una imagen de Jesús muy original, a ver si sois capaces de ver más allá del rostro que aparece.



Carta de Fernando Onega



                   Carta de Fernando Onega a Aguilar de Campoo.
Publico este enlace para que podáis visualizar: https//youtu.be/Zj6aLRkNq3E

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Un día con nuestros ancianos

Uno de los días con nuestros ancianos .Todos los jueves pasamos un rato con ellos,el lunes en la Tercera actividad y los jueves en las Hermanitas unos días jugamos al bingo con ellos y otros cantamos canciones populares de las de siempre que saben todos Cada  quince días va el sacerdote a celebrar la Eucaristia. Que le reciben encantados lo importante es distraerlos un rato , y que cambien un poco de ambiente. Las personas mayores están acostumbradas a oír  misa  y lo agradecen mucho . Y pienso yo , que estoy en mi casa con mis hijos y nieto, en fin con mi familia rodeada de cariño. ¿Que derecho tengo yo a ser infeliz, si mi salud la vida me respeta, mírate en la sonrisa de uno de nuestros ancianos, o de un enfermo... y quizá halles en ella la la respuesta

martes, 20 de noviembre de 2018

Dos hermanos




    Cuenta una leyenda  que Juan y Pedro eran hermanos siempre se habían llevado muy bien,pero apenas se veían. Un día Juan se encontró con un amigo de ambos que le dijo que su hermano no estaba en su mejor momento la empresa donde trabajaba iba mal peligrando su trabajo su mujer llevaba tiempo enferma y no podía cuidar de sus hijos como el quisiera. Viendo la gravedad del asunto, Juan hizo las maletas y se presento en casa de su hermano.Este al verle le abrazo con mucha alegría y le contó que se había jubilado seguía soltero y que como se acordaba mucho de ellos había decidido ir a pasar una temporada con ellos, si le parecía bien ,desde luego pagando les la estancia , pues no quería serles gravoso puesto que el se allava económica mente en buena situación así podría cuidar de sus hijos y atender a su mujer. Le acogieron encantados, Pedro pudo dedicarse por entero a su trabajo , la empresa paso aquella mala racha y Pedro pronto pudo ascender puesto que era un gran profesional,su mujer se recupero volvió a ser un ama de casa y una madre ejemplar.Juan le dijo a su hermano que no les abandonara nunca que se quedase a vivir con ellos para siempre y así formar una gran familia y por supuesto no tenia que pagarles nada. La respuesta de este les dejo descolocados.En realidad si que estoy retirado, pero de los negocios, ahora vivo de las rentas, soy millonario. Si te hubiera ayudado económicamente no habrías valorado lo que te ha costado recuperarte, puesto que lo que se consigue sin esfuerzo se pierde rapidamente

UN CUENTO MUY BONITO DE AMISTAD

UN CUENTO DE AMISTAD MUY LINDO

Había una vez un chico llamado Mario a quien le encantaba tener miles de amigos. Presumía muchísimo de todos los amigos que tenía en el colegio, y de que era muy amigo de todos. Su abuelo se le acercó un día y le dijo:
- Te apuesto un bolsón de palomitas a que no tienes tantos amigos como crees, Mario. Seguro que muchos no son más que compañeros o cómplices de vuestras fechorías.
Mario aceptó la apuesta sin dudarlo, pero como no sabía muy bien cómo probar que todos eran sus amigos, le preguntó a su abuela. Ésta respondió:
- Tengo justo lo que necesitas en el desván. Espera un momento.
La abuela salió y al poco volvió como si llevara algo en la mano, pero Mario no vio nada.
- Cógela. Es una silla muy especial. Como es invisible, es difícil sentarse, pero si la llevas al cole y consigues sentarte en ella, activarás su magia y podrás distingir a tus amigos del resto de compañeros.
Mario, valiente y decidido, tomó aquella extraña silla invisible y se fue con ella al colegio. Al llegar la hora del recreo, pidió a todos que hicieran un círculo y se puso en medio, con su silla.
- No os mováis, vais a ver algo alucinante.
Entonces se fue a sentar en la silla, pero como no la veía, falló y se calló de culo. Todos se echaron unas buenas risas.
- Esperad, esperad, que no me ha salido bien - dijo mientras volvía a intentarlo.
Pero volvió a fallar, provocando algunas caras de extrañeza, y las primeras burlas. Marió no se rindió, y siguió tratando de sentarse en la mágica silla de su abuela, pero no dejaba de caer al suelo... hasta que de pronto, una de las veces que fue a sentarse, no calló y se quedó en el aire...
Y entonces, comprobó la magia de la que habló su abuela. Al mirar alrededor pudo ver a Jorge, Lucas y Diana, tres de sus mejores amigos, sujetándole para que no cayera, mientras muchos otros de quienes había pensado que eran sus amigos no hacían sino burlarse de él y disfrutar con cada una de sus caídas. Y ahí paró el numerito, y retirándose con sus tres verdaderos amigos, les explicó cómo sus ingeniosos abuelos se las habían apañado para enseñarle que los buenos amigos son aquellos que nos quieren y se preocupan por nosotros, y no cualquiera que pasa a nuestro lado, y menos aún quienes disfrutan con las cosas malas que nos pasan.
Aquella tarde, los cuatro fueron a ver al abuelo para pagar la apuesta, y lo pasaron genial escuchando sus historias y tomando palomitas hasta reventar. Y desde entonces, muchas veces usaron la prueba de la silla, y cuantos la superaban resultaron ser amigos para toda la vida.



Leyenda de Amigas para siempre


Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas

desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo

instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían

caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era
muy tímida y callada. 
Cierto día, Sara le propuso a Alicia:
- ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre?
- ¿Qué?
- Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de
nosotras dos, irá a avisar a la otra.
- Qué tontería, Sara, nosotras siempre estaremos juntas.
Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó
la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la
mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas.
Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen
trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos. Hacía mucho que no
veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se
veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos
distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto.
Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un
camión invadía su carril y chocaba con su coche. 
Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la
casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su
lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo
bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir
la puerta.
Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió la boca,
totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida.
Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza,
estaba su antigua amiga Sara.
- ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida.
- ¡Cuánto tiempo
sin vernos!
Sara no se movió de donde estaba.
- He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo.
Alicia se quedó sin habla.
- Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaré
esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice. Acto seguido, desapareció.
Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo
descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el
corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida
al suelo.
Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño.
Encendió el televisor para desayunar, y lo que vio la dejó helada: la noche
anterior, a las 3 de la madrugada, había habido un accidente de tráfico: un camión
había chocado con un coche, y la conductora del mismo había fallecido en el acto.
A partir de aquél día, su vida se convirtió en un auténtico infierno. No comía, se
olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las
noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a
Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual
siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre.
Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna
explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico. 
Allí no hizo sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama.
Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos
que provenía de la habitación de Alicia.
Al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia
tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la
cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con su sangre: "AMIGAS
PARA SIEMPRE".